Caminando
por la calle, levanta la vista y nota una nube con la forma de la dulce sonrisa
de ese “alguien” que sabe nunca sabrá sus sentimientos por él. Aunque es consciente
de esto, a ella se le iluminan los ojos por el simple hecho de recordarse de
esos labios que tanto ha ansiado besar. Luego recapacita, empieza a andar de
nuevo… se detiene un momento, su amiga la observa desde lejos y con voz baja menciona
las palabras más tristes de esta noche: Él la llama amiga, ella se muere por un
“mi amor”.